sábado, septiembre 26, 2009

En el consultorio médico.

Por: Dr. Eloy A González.*
Ya usted ha llegado al consultorio donde tiene su cita con el médico. Aparentemente todo está en orden pero muchas veces no es así.
Quiero contarle que en mi primera visita al médico aquí en los Estados Unidos, lo primero que me sorprendió fue la demora en la sala de espera. Más de una hora en la que un paciente de origen indio y yo compartíamos la espera sin encontrar repuesta. El paciente me dice: Si ha pasado un solo paciente y solo dos esperamos aquí en la sala. ¿Por qué llevamos más de una hora? ¿Dónde está el médico? Una espera demasiado prolongada en la sala o dentro del cubículo es injustificable y erosiona desde el principio una buena relación entre el médico y el paciente.
Conviene que cuando usted lleve más de 15 minutos esperando, pregúntele a la recepcionista el porqué de la tardanza. Tenga presente que si usted llega 15 minutos tarde pierde su turno , de manera que recuérdeles que usted llegó a tiempo y espera pacientemente, pero no como para estar más de una hora sentado con una revista en la mano.
En aquella cita memorable, cuando finalmente pase al consultorio me encontré que el esquema no era el que conocía desde mi infancia. En realidad usted no pasa al gabinete del Médico sino a un cubículo donde la enfermera o asistente, después de tomarle los signos vitales, le ordena sentarse en una mesa o camilla para examen. En la primera ocasión permanecí más de media hora sentado en aquella camilla sin considerar que las sillas que estaban en el cubículo eran también para que el paciente se sentara. Parecía guajolote en tendedera
Estos cubículos no es el mejor lugar para una consulta. En realidad no se produce el cara a cara necesario entre el médico y el paciente. No es tampoco cómodo para el médico que en ocasiones atiende parado, sentado en un banquillo rotatorio, mientras que usted indistintamente está sentado en la mesa de examen o en una incómoda silla. También la espera en estos cubículos se prolonga en ocasiones de manera innecesaria.
En esa primera consulta donde me asignaron un médico de un listado, en realidad me atendió una enfermera. Era una Enfermera LVN (siglas en ingles de Licensed Vocacional Nurse).Estas enfermeras en Texas trabajan bajo supervisión de los departamentos de enfermería de los hospitales y de otras enfermeras registradas (RN) en las oficinas privadas de los médicos y de las clínicas. Pero en realidad NO es un médico. No voy a especular aquí el porqué una LVN debe atenderle o no. Mi opinión es que si usted paga un seguro para ser atendido por un Médico primario o por un Especialista, o está pagando en efectivo por una consulta; es un médico y no una enfermera el que debe de atenderlo.
En mi caso durante cerca de un año estuve atendiéndome con esta enfermera (LVN) de origen asiático, con la cual además la comunicación no era lo suficientemente satisfactoria.
Retomando al asunto, consideramos que el lugar de la cita médica influye y hasta determina en el nivel de satisfacción y la efectividad de la relación entre el médico y su paciente.
Pero en realidad, ¿que usted espera de la cita que no sea solucionar sus problemas de salud? . Es bueno que usted esté preparado y consciente de que puede salir de la consulta con la sensación de que ha salido mas confundido que cuando entró. Y esto en nada ayuda.
Un grupo de investigadores de las Clínicas Mayo condujeron una investigación con pacientes e identificaron lo que llamaron: las conducta ideales del médico. Los pacientes quieren que sus médicos tengan: confianza y empatía…, y sean: humanos, personales, directos, respetuosos y meticulosos. Por lo tanto cuando vaya a su médico pregúntese cuáles de estas cualidades están presentes en su doctor y cuáles no. Sé que pueden ustedes ser muy exigentes, pero la relación efectiva es de mucha utilidad para usted y para su médico.
Por último quiero recordarles que al principio de la cita con su médico es conveniente que usted le pregunte al doctor cuánto tiempo tiene disponible para usted. Cuando hable con él, no busque diagnosticar su propia enfermedad, simplemente describa lo mejor posible los problemas que tiene, y menciona las cosas más importantes.
Conviene recordar que en sus relaciones con el medico, usted tienes derechos pero también deberes. La relación con su médico no es una relación pasiva sino que cada vez es más una relación activa. Esta pasa por la amabilidad y las buenas maneras. Reconozca al médico, admírelo y establezca un intercambio útil con él.
No olvide que la virtud es un terreno fértil para una buena relación.
©2009
* Médico Especialista de I Grado en Oncología, graduado de la Universidad de la Habana y del Instituto Nacional de Oncología respectivamente. Profesor Instructor de Farmacología de la Universidad de la Habana. Fue Asesor Nacional del Colegio Médico Independiente de Cuba. En los últimos tiempos ha trabajado para la Secretaría de Salud del Estado de Tamaulipas en México y como Consultor para Gerson Lehrman Group. E-mail: eloy_gnzlz@yahoo.com

lunes, septiembre 21, 2009

¿Dónde están las Aspirinas en Cuba?

¿Dónde están las aspirinas?
Por: Leonel Alberto Pérez Belette.*
LA HABANA, Cuba, septiembre 2009 - América Pérez vive en un pequeño apartamento de la calle B, en el Vedado, consagrada al cuidado de la tía y la madre, luchando siempre para resolver las medicinas que las ancianas necesitan.
El suministro de medicamentos a las farmacias ha empeorado, mientras aumenta la propaganda sobre el desarrollo técnico alcanzado. Ni aspirinas se encuentran.
La tía de América trabajó en Relaciones Exteriores, y es devota del régimen, pero sus viejas influencias no le han servido para resolver el problema. La anciana padece de Miastenia gravis, enfermedad degenerativa de los músculos y del sistema neurológico, por lo que precisa del medicamento conocido como Bromuro de piridostigmina, tableta oral de liberación prolongada.
“El medicamento faltó en las farmacias durante cuatro meses. Luego llegaron pequeñas cantidades, pero el burocratismo fomenta el desorden y acaparamiento por parte de individuos con recursos, o bien conectados, y los hospitales.
“Me comuniqué con la oficina del ministro de Salud Pública varias veces. Sabían del faltante y conocen el número de pacientes que sufren esta enfermedad. Sé que es difícil adquirir el medicamento en Estados Unidos y que en Europa es muy caro; pero existen sucursales en América Latina con precios competitivos. También existen sustitutos” -dijo América a este reportero.
En Cuba se pueden producir este medicamento y otros, porque la infraestructura científica lo permite. Por desgracia, se prioriza el impacto político sobre las necesidades reales básicas, según el criterio de algunos médicos.
Fidel Castro arremetió contra la compañía Phillips hace unos días, por suspender los envíos de piezas de repuestos para equipos médicos de alta tecnología comprados a esa firma por el gobierno cubano y Venezuela. No se trata de enjuiciar la legitimidad de los argumentos esgrimidos por las partes en litigio. Sin embargo, sería conveniente que los gobernantes se bajaran de sus automóviles y caminaran por la ciudad junto al ciudadano común; de seguro aprenderían muchas cosas, sobre todo de salud pública.
¿De qué nos vale tanto desarrollo tecnológico, si no podemos conseguir aspirinas?
*Periodista independiente cubano.

jueves, septiembre 17, 2009

Los tres niveles de atención de Salud en Cuba.

Dos grandes mentiras.
Por: Temístocles Hernández M.
Aun los más notables y notorios representantes de las llamadas derechas, sin darse cuenta y cándidamente se han convertido en eco de los autodenominados izquierdistas. Me refiero concretamente a la opinión compartida por los dos bandos sobre las excelencias de la medicina y la educación en la Cuba de los tiranos Castro. Los izquierdistas y muchos derechistas (también los centristas) coinciden en decir que el manejo de estas dos áreas de acción social allá en la “Isla guajira” son un ejemplo de gestión estatal digno de ser replicado en toda América Latina. ¡Gran cojudez!
Les invito a reflexionar
Resonancia magnética, ecosonografía, cirugía con rayos láser rojo y verde, laparoscopía, angiografía digital, cirugía fetal, homeopatía, medicina celular, acupuntura, entre otras muchas tecnologías, son aportes de galenos y científicos de todo el mundo, en especial de Norte América, Europa y Asia. El caso es que en casi toda Latinoamérica emplean a diario estos sistemas para diagnosticar y curar, excepto en Cuba. Y es que en ese hermano país, el más pobre del continente, no hay ni siquiera el instrumental ni los insumos básicos para proceder en consecuencia con los últimos avances de la medicina. Allá tampoco hay suficientes galenos dedicados a la investigación científica. Ellos y ellas están más preocupados en obtener de los turistas los dineros que necesitan diariamente para mitigar la pobreza que les aqueja y les aprieta cada vez más, a medida que avanza el éxito socialista. Es sabido que en esa bella isla del desasosiego todavía emplean el bisturí para operaciones de los órganos de la vista; y a quienes llegan desde otros países en demanda de atención especializada, confiando en las excelencias de la revolución, los mismos cirujanos cubanos, con absoluta sinceridad y humanidad, les recomiendan que mejor se vayan para Colombia.
En realidad, no se conoce de ningún aporte científico ni tecnológico significativo a la medicina por parte de la Cuba involucionaría. Lo que sí existe son tres niveles bien definidos de atención a la salud: El buen nivel es para los turistas que pagan. El regular es para los altos burócratas y esbirros del tirano insepulto. El malo, por no decir el pésimo, es para el pueblo, esto es cuando no faltan las aspirinas.
Eso sí, muchas personas adultas, hombres y mujeres, que han viajado a Cuba para tratarse del estrés y trastornos “nerviosos” manifiestan su total complacencia. Pero esas terapias no reciben los y las pacientes en clínicas ni hospitales, sino en las playas de Varadero y sus alrededores, donde abundan profesionales expertos y expertas en el arte de quitar angustias y ansiedades recurrentes.
Fuente: El Diario - Ecuador.
Foto: Un paciente cubano en una sala de hospitalización en la Isla.

sábado, septiembre 12, 2009

Mañana voy al Médico.

Por: Dr. Eloy A González. *
En Cuba, recuerdo el chiste del hombre que le pregunta a su vecino: ¿Qué, viste al Médico? Y este le contesta: Bueno, yo lo vi a él, no sé si él me vio a mí.
El asunto es que muchas veces la cita (o appoitment) con su médico no se produce como usted quisiera. Es ahí donde comienzas las dificultades que pueden acarear consecuencias para su salud. Es precisamente cuando usted ve a su médico que se establecen las bases de lo que será una buena relación médico – paciente, sobre todo si se trata de su primera cita. Relación Médico-Paciente es como se define en los libros de Medicina, pero lo que queremos decirles es que la relación que usted como paciente o enfermo establezca con su médico, es esencial para su atención y ulterior curación.
Recuerde que los médicos, en general, tienen muchos pacientes y poco tiempo. En algunos casos el interés del médico es hacer su trabajo lo más rápido posible y sus motivaciones no son en ocasiones nada inclinadas al bien de su paciente. También es posible que su médico le atienda en algún servicio para personas de escasos recursos, donde el número de paciente es mayor que en clínicas para personas con seguro o con posibilidades de pagar por su atención.
Cualquiera que sea el caso, cuando usted tienes una cita con su médico debe de prepararse para ello. No desmerite la cita como una cosa más que tiene que hacer, ni le reste importancia. Recuerde que se trata de su salud. Si todo sale bien usted es el principal beneficiado.
Una visita al médico significa que habrá una comunicación entre usted y el doctor, habrá un intercambio de información sobre salud; la mejor forma de que esta sea satisfactoria es preparándose con antelación. Sobre este y otros asuntos un experto afirma:
"Cuanto mejor se prepare la visita, mayor será su efectividad, tanto si es una visita rutinaria o de control como si es una primera visita, aunque en este último caso, la preparación deberá ser más cuidada y meticulosa". "Debemos poner todo por nuestra parte para conseguir ser informados debidamente. No debemos olvidar que tenemos derechos, pero también deberes, cosa que, a veces, algunos olvidan".
De manera que ahora usted se hará la siguiente pregunta: ¿Cómo me preparo para la visita al médico?
Muy sencillo. Anote todo lo relacionado con sus padecimientos. Si es su primera consulta escriba lo que se siente en orden de lo que más le molesta hasta lo que menos le molesta. No deje de explicarle al médico que pasos ha dado antes para atenderse sus padecimientos. Si tiene resúmenes de sus records médicos o historias clínicas llévelos y déjele una copia a su médico. Si tienes copias de análisis que le han realizado, sobre todo los que dieron alterados, también déjelos. Si es posible se los entrega antes a la enfermera o a la asistente. Esto le permitirá al médico consultar toda la documentación. Anote los problemas que tiene, simplemente describa lo mejor que pueda los problemas que tiene.
Anote todos los medicamentos que está tomando, repito: TODOS; tanto los recetados por el médico como los comprados directamente en la Farmacia. Lleve también todas las vitaminas y suplementos dietéticos que tome. Anote las dosis, cuándo toma los medicamentos y cuánto hace que los toma.
Asumo que usted tiene algún tipo de cobertura de atención de Salud, De no ser así cuando llegue a la cita tenga su tarjeta del seguro (y téngala con usted). Si no tiene seguro, consulte las guías para encontrar programas de seguro médico gratuitos o de bajo costo. Estas guías pueden ayudarlo a encontrar programas gratuitos y de bajo costo que le permitan ser atendido.
También debo de considerar que usted tiene un nivel de comunicación con su médico porque ya lo ha atendido antes; pero si es su primera cita, asegúrese de que su médico habla español o tiene un traductor que lo ayude. Si no es así, lleve un amigo de confianza o un familiar (de 18 años de edad o mayor) que hable español e inglés.
También tenga escritas una lista de las preguntas para hacerle a su médico. No se preocupe si alguna pregunta parece tonta. Cualquier asunto relacionado con su salud que usted considere importante, también lo es para su médico.
Si usted sigue estas instrucciones le irá bien en su visita al médico. La relación entre el paciente y el médico será enriquecida y usted saldrá ganando…, el médico también.
En la próxima entrega le hablaré de las condiciones del lugar de la cita médica y como esta pude influir en una mejor atención.
Hasta tanto, espero que ustedes estén bien preparados para su próxima cita o Appointment (como es usual decir) con su Médico, siempre que sigan están indicaciones.
©2009
Artículo publicado en el Periódico Panorama de Nuevos Horizontes, Fort Worth, Texas, 2 de septiembre de 2009. Corresponde a una serie de artículos que irán apareciendo en la sección Vida del periódico.
* Médico Especialista de I Grado en Oncología, graduado de la Universidad de la Habana y del Instituto Nacional de Oncología respectivamente. Profesor Instructor de Farmacología de la Universidad de la Habana. Durante 25 años trabajó en el Sistema Nacional de Salud Cubano, en actividades asistenciales, docentes y administrativas. Médico Especialista designado en la República de Nicaragua (1987) donde también cumplió actividades administrativas y de consultoría en materia de Salud. Fue Asesor Nacional del Colegio Médico Independiente de Cuba. En la actualidad contribuye con artículos de opinión sobre Cuba en distintos sitios Web con temas de Salud y DDHH entre otros. Es columnista habitual del Periódico Panorama de Fort Worth, Texas, y sus artículos abarcan temas variados. En los últimos tiempos ha trabajado para la Secretaría de Salud del Estado de Tamaulipas en México y como Consultor para Gerson Lehrman Group. E-mail: eloy_gnzlz@yahoo.com

sábado, septiembre 05, 2009

Regreso a escribir.

Por: Eloy A González.*
Esta afirmación, así de sencilla encierra una decisión que renueva y desafía. Regreso a escribir mis habituales columnas de temas variados y lo hago después de un silencio que ocupa casi un año desde mi último artículo.
Es que llega el momento que uno entra en conflicto con uno mismo. De regreso de la muerte y sorprendido por la holganza, la desventura y la torpeza; nada mejor que sumergirse en el silencio sin esperar nada. Llegado lo que parece ser el justo tiempo, regreso a poner en apretado orden las palabras y los temores.
Ha sido eso sí, un silencio feraz del cual el único testigo es uno mismo. No hay espectadores en este drama, como no hay amigos..., ni enemigos. Ha sido un drama de silencios, deslealtades y complicidades muy difícil de interpretar.
Confieso que en los últimos meses he estado preocupado en la forma y los temas que debo de considerar a la hora de escribir. He tenido miedo y la consecuente aprensión a un exceso de cinismo que más que nada corroe y embrutece. No siempre es bueno hurgar en la carroña. El hedor por si solo paraliza. La escases de vida, la enfermedad y la precariedad conforman un escenario nada alentador.
Trataré de hacer dócil la palabra, para bien de los lectores. Usaré el mejor de los lenguajes para no asómbralos. En lo posible, haré uso de la información amable con que cuente. Dejaré a un lado, los lastres de los recelos, el encono, las deslealtades y la procacidad ruin. Siempre que me sea dable y éste pueda atenderme, consultaré con Dios.
Pondré a la consideración de mis lectores, el lenguaje neutro que alcance al entendimiento de muchos, dejando la vaguedad de las palabras y las expresiones enredadas que no todos llegan a comprender. En la medida de mis posibilidades trataré de que me entiendan.
Para aquellos que no faltan: los enemigos gratuitos; les aseguro que aún no he desarrollado completamente la capacidad del perdón. Ese perdón que no tiene sentido cuando la crueldad es perdurable y el ataque irracional. No voy a gastarme en escaramuzas pero tampoco esperaré tranquilo a que se viren y me despedacen. Presento batalla cuando lo crea y en el escenario que considere; entonces mi lenguaje se ajustara solo a los límites que imponga la decencia. Sepan que las lágrimas serán superadas por mi respuesta.
En este punto de inflexión, y como nada tengo. Me muestro compasivo y amable tanto como puedo ser iracundo e irreverente, siempre que lo crea conveniente. No tengo lealtades a quienes responder, ni alineaciones que me fuercen a pensar. No tengo esperanzas inmediatas, ni pasiones que me inhiban. Disfruto del sosiego de los días estériles y me sumerjo en las noches agradables del insomnio y los sueños. No cuento con la vida, así me resulta más fácil llevarla sin sobresaltos.
Aquí estoy de nuevo. La motivación a seguir colaborando y la certidumbre de que esta publicación periódica se verá enriquecida en los próximos días con una versión digital, crean una expectativa, - como siempre incierta-, pero interesante. Nada espero, nada admito y no asumo nada. Me apropio del deseo de escribir y eso hago.
Los lectores, que en nada han notado mi ausencia, encontraran de nuevo en ordenadas palabra de ser permisible, mis artículos sobre temas diferentes. También una serie de notas sobre temas de Salud y Medicina irán apareciendo siempre que se supere, el estereotipo de materiales que inundan las publicaciones periódicas y la Red; donde la Medicina basada en la evidencia y la charlatanería se dan la mano. Breves notas que digan a la gente en el mejor estilo coloquial algo de los cual están necesitado en los asuntos que conciernen a su Salud.
Estimados lectores, si son tan amables como lo han sido hasta ahora. No esperen nada novedoso, más allá de los habituales artículos que he venido escribiendo en los últimos años. Me dedicaré a ellos como bien conviene y estoy seguro que podrán encontrase con estos, - mis artículos de opinión-, y establecer la relación de conocimiento que ustedes consideren apropiadas.
A ustedes mis lectores, los de ayer y los de hoy, les dejo mis palabras.
©2009
* Médico Especialista de I Grado en Oncología, graduado de la Universidad de la Habana y del Instituto Nacional de Oncología respectivamente. Profesor Instructor de Farmacología de la Universidad de la Habana. Fue Asesor Nacional del Colegio Médico Independiente de Cuba. Columnista del Diario Digital Independiente cubano, NotiCubaInternacional .En la actualidad contribuye con artículos de opinión sobre Cuba en distintos sitios Web con temas de Salud y DDHH entre otros. Es columnista habitual del Periódico Panorama de Fort Worth, Texas, y sus artículos abarcan temas variados. En los últimos tiempos ha trabajado para la Secretaría de Salud del Estado de Tamaulipas en México y como Consultor para Gerson Lehrman Group. E-mail: eloy_gnzlz@yahoo.com