martes, marzo 27, 2018

Las manifestaciones estudiantiles… ¿lección de civismo?



Una intensa polémica ha surgido entre los cubanos, despues de los eventos ocurridos en una escuela en Parkland, FL. donde fueron asesinados 17 estudiantes. Un movimiento que busca limitar la adquisición de armas, protagonizado por estudiantes entre los cuales despunta una joven, hija de padres cubanos ha captado la atención de muchos. La polémica se mueve desde los argumentos sobre el compromiso social de los estudiantes, la posible manipulación ideológica y de partido y finalmente el atuendo que uso en una nutrida manifestación la joven líder de este movimiento:  una chaqueta de cuello Mao, verde olivo con una bandera cubana.
Hace algunos años, esto en el 2006, cuando manifestaciones estudiantiles sacudieron los EEUU, escribí para un periódico local este artículo que aborda el compromiso social de los jóvenes estudiantes y su dedicación al civismo. Las explicaciones que use son válidas para analizar estos temas que hoy ocupan los medios y sobre todo las redes sociales. Basta quitar la palabra metroplex y bien pude considerarse los argumentos que use en ese artículo al calor de la polémica actual. A continuación les dejo el articulo integro.
Las manifestaciones estudiantiles en el Metroplex: ¿Lección de Civismo?
….hay razón para juzgar mal a quien no cuida del respeto…, José Martí.
Vengo de un país donde no se respeta la libertad de expresión, ni de asociación, no se permite que las personas se manifiesten de forma libre y pacífica; los que así lo hacen se exponen a fuertes condenas de cárcel. Hace algunos años cientos de jóvenes se manifestaron en la Ciudad de la Habana, los que no pudieron esconderse en las casas de los vecinos que le proveyeron protección, fueron atacados y encarcelados, 155 de ellos fueron enviados a prisión después de aplicársele la Ley de Peligrosidad Social un engendro legal que permite al régimen juzgar a las personas aun cuando no han cometido delito alguno, sólo con la presunción de que pueden llegar a cometerlo.
De manera que cuando el lunes veía en los noticiarios que miles de estudiantes de nivel medio en el Metroplex (Dallas-Fort Worth), participaban en manifestaciones para reclamar por los derechos de los indocumentados y un trato justo para aquellos, sobre todo en lo relativo a las leyes que se están discutiendo y pronto a ser legisladas; me sentí feliz y orgulloso de ver una juventud que pone interés en mostrar preocupación por los demás miembros de la comunidad. Esto es civismo, me dije.
¡Qué bueno es ver que estos jóvenes, dejaron a un lado la disipación y el ocio, para compartir una humanidad civilizada! Esto es civismo me repetí orgulloso.
Estos jóvenes utilizando sus libertades individuales legitiman la libertad que los hace honrados, y que les permite pensar y hablar sin hipocresías, estos jóvenes han creído que la Patria es comunidad de intereses y en estos intereses está el considerar como propio la suerte de millones de indocumentados, que todo parece indicar serian penalizados en tanto que entraron de forma ilegal al país, además de que también serían penalizados aquellos que los ayuden. Alguien en este país de libres y de leyes, creyó conveniente criminalizar al buen samaritano.
Mi entusiasmó duró poco. El sábado anterior había estado en Dallas y allí una marcha convocada por organizaciones hispanas pasó sin penas ni glorias. Los estudiantes el lunes siguiente entendieron que era mejor abandonar las aulas e irse para un parque a protestar. Empezaron por no cumplir con sus obligaciones para con la comunidad escolar, de la cual son parte  y desatendieron la convocatoria de las organizaciones hispanas, de la cual ellos como sus padres son parte, debiendo mostrar cierta obligación moral al apoyarlas. De manera que, así no hay civismo.
El gesto de abandonar las aulas en momentos de clases es un acto de irrespeto y hace dudar del interés de estos jóvenes como educandos responsables. La libertad empieza en las aulas; un pueblo de hombres educados será siempre un pueblo de hombres libres. Empecemos por ahí.

Vi jóvenes llevar con desgano y de forma nada digna las enseñas nacionales de México, Estados Unidos y El Salvador, e incluso, una joven llevaba con desbarro a modo de estola una bandera cubana. Me gusta ver mi bandera en un acto de libertad, pero de forma digna, sin menoscabo de todo lo que representa. La bandera no es un trapo, como para llevarla con fastidio, enlodarla, ponerle inscripciones ajenas o mostrarla invertida en un flotador en el agua. Eso vi en el segundo día de las manifestaciones, donde todas las banderas fueron ultrajadas.
Cuando todo parecía haber tomado su cauce, de nuevo los jóvenes de distintas escuelas de nivel medio, se manifestaron frente a las sedes de los gobiernos locales; había violencia verbal y actitudes desafiantes, la irrupción dentro del edificio del Ayuntamiento de Dallas, y la liviandad de los jóvenes al lanzarse a la fuente de la explanada del Ayuntamiento, mientras se expresaban con palabras obscenas; fue una situación más que desdichada, vergonzosa, que nos produjo una sensación de desánimo.
Una actitud cívica es algo más que la preocupación por los demás, sobre todo cuando sus derechos se ven amenazados, civismo es mostrar una actitud educada, cortés y a tono con las obligaciones que se tienen para con la comunidad a la cual pertenecemos; es compartir una humanidad civilizada, por definición, ¡eso es civismo! . Algo que parece ha faltado en estas manifestaciones.
Es necesario entre nuestros jóvenes poner de moda la virtud, y admitir que es buena la práctica de un civismo que se empleé a fondo, sin reservas, sin hipocresías y sin cobardías. Pero el buen obrar no debe ser consumido por un entusiasmo irracional, la misma libertad sale lastimada cuando fomentamos las bajas pasiones y los irreflexivos instantes de rebelión que a nada conducen. Vivimos en un país de libres y en un país de leyes, seamos libres en la medida en que respetemos las leyes; y no dudemos ni por un momento en cuestionar aquellas leyes que consideremos injustas sin detrimento de nuestra conducta íntegra.
Queremos que estos jóvenes se labren como hombres honrados, de probado decoro. Es por eso que propongo que sigan manifestándose. Que se manifiesten de manera firme y responsable, dejando a un lado los malos ejemplos. Quisiera verlos dando una lección de compromiso ciudadano y la sociedad en su conjunto aceptando el reto.
“De los derechos y opiniones de sus hijos todos está hecho un pueblo”, si es así adelante, que opinen, que se expresen libremente, que usen las facilidades de sus escuelas como parlamentos improvisados, que participen en actividades cívicas extracurriculares, y que sean escuchados. Quisiera verlos marchar unidos, inquietos y alegres pero respetando a los otros, los objetos públicos y el entorno.
Quiero que sean escuchados, que participen en programas de radio y de televisión, que sean recibidos por los políticos locales, que escriban en sus periódicos murales y en sus páginas personales en Internet; que sean escuchados en sus Iglesias, en las centros comunitarios y en las reuniones de los cabildos locales.
Quiero verlos y oírlos manifestarse sobre los problemas de la deserción escolar, las pandillas, el consumo de drogas, el derecho y las relaciones entre los estados y gobiernos. ¡Que pongan entusiasmo y hagan uso de sus derechos individuales, sin excesos!  ¡Que se sientan partícipes de una sociedad libre, que se apresten para el mañana cuando sean los que conduzcan esta gran nación ¡ ¿Qué ahora se mostraron con torpeza?, bien deben hacer en rectificar, porque ya entenderán que su misión en este país es ayudar a engrandecerlo actuando con nobleza y cumpliendo con las obligaciones que establece una sociedad ordenada y libre.
A los jóvenes que se manifestaron, les digo que nunca oculten lo que piensan, ni tengan miedo a decirlo, saquen a lucir la verdad y síganla como hombre libres que son. Esto se los dice con el corazón contrito, alguien que siendo joven y hasta la adultez vivió bajo una tiranía incorregible; y que ahora se extingue ante la amarga realidad de una vida de exiliado, donde parece que ni la luz del sol se recibe; esta vida de hoy, sin Patria pero sin amo.

© 2006

viernes, marzo 23, 2018

Intentos de pintar de rojo al Colegio Médico Nacional de Cuba.

 Por: Eloy A González.
El Partido Médico de la Revolución se crea en agosto de 1959[1], pero durante todo el “Año de la Liberación”, se produjeron no pocos eventos que condujeron a enfrentamientos entre el Colegio Médico Nacional de Cuba y las nuevas autoridades del país.
Un entusiasmo envilecido por la victoria y una dedicación suicida a la naciente revolución y sus líderes, fascinaba a la sociedad en su conjunto. Este extravío colectivo aunado a los despropósitos de una dictadura, que se empleaba a fondo en la represión y el autoritarismo, no permitía ver el alcance del peligro al que la sociedad cubana se encaminada.
Fue entonces que el emperadorcillo de nuevo cuño se le ocurre la idea de hacer un tour  por las provincias orientales; un viaje de buena voluntad para echar a andar la maquinaria propagandística. Un testigo excepcional señalaba sobre este viaje lo siguiente:
El propio dictador invitaba a los dirigentes médicos cubanos para que, conjuntamente con los dirigentes colegiales de enfermeras y de maestros lo acompañasen en una misión de buena voluntad a la Sierra Maestra para, desde el terreno, estudiar la forma de extender los servicios médicos y educacionales a los guajiros de aquellas regiones.[2]
Es interesante que, de los tres aviones que formaban esta caravana, uno de ellos fuera un Constellation de las Líneas Aéreas Chilenas (LAN) que  había puesto a disposición del gobierno revolucionario, en gesto de buena voluntad, el presidente Eduardo Frei.
Un grupo de los miembros del ejecutivo del Colegio Médico  se incorporó al  viaje, este el de buena voluntad. Una extensa descripción de este viaje a la Sierra Maestra  y a Guantánamo puede leerse en el libro arriba citado. [3]
El primer conflicto entre el Colegio Médico Nacional de Cuba y el gobierno revolucionario se produce por la defensa  de  los principios de la inamovilidad médica; en esto acometió el entonces Ministro de Salud, Julio Martínez Páez. Si bien es cierto que el Colegio  Médico aceptó como causa de justificada separación la colaboración en actos delictivos del médico  durante la dictadura batistiana; la organización colegiada exigió que se hiciese siguiendo un expediente administrativo y con garantías al derecho de defensa. Los primeros que atacaron los principios colegiales de la inamovilidad médica fueron la facción pro comunista de los médicos que más se habían beneficiado de esta normativa que, a pesar de los cambios políticos, les permitía mantenerse en sus puestos administrativos y asistenciales. Los mismos que ahora  depuraban en la Facultad de Medicina y en las oficinas administrativas del gobierno hicieron uso de su derecho a la inamovilidad en tiempos de vendavales políticos que no les eran favorables.
Es cierto que el gobierno  revolucionario promovió leyes y dedicó recursos a la salud pública, pero esto no restó protagonismo al Colegio Médico. Esta organización gremial de los médicos cubanos en el año 1959 presentó al  Ministerio  de Salud (Salubridad) para su consideración y aprobación un grupo de proyectos de leyes como fueron: la Ley de Asistencia Hospitalaria, la Ley de Medicina Industrial y la Ley de Medicina Escolar. [4]
En este año de confrontaciones se iniciaron  las campañas sanitarias, previamente coordinadas con  la Oficina Sanitaria Panamericana,  para la ejecución de los Programas de Erradicación del Paludismo y de Control del Aedes aegypti. Por Decreto 709 del 23 de marzo de 1959 se establece la rebaja del precio de los medicamentos, en un 15 % los de producción nacional y en un 20 % los extranjeros. En agosto son incorporados todos los hospitales de los municipios, de organismos autónomos o subvencionados por el Estado al Ministerio de Salubridad y Asistencia Hospitalaria y se crea una comisión técnica asesora para la organización de los hospitales. Se promulga la Ley No.100 de 23 de febrero de 1959 que crea el Departamento de Asistencia Técnica, Material y Cultural al campesino; antecedente de lo que sería  el Servicio Médico Social Rural que se establecería un año después. [5]
Constituido el Partido Médico de la Revolución y teniendo por delante las elecciones del Colegio Médico Nacional previas a su Asamblea general en diciembre próximo; los médicos cubanos, conscientes de que un grupúsculo procastrista amenazaba con el control de esta organización gremial, consideraron oportuno aunar esfuerzo entre los distintos grupos que formaban esta organización.
Los líderes del Colegio Médico sabían que si no se unían podían perder las elecciones e ir debilitados a la asamblea;  acordaron acercarse a los dirigentes de otros grupos dentro del gremio para analizar las amenazas y hostilidad del nuevo gobierno autoritario y sus compinches. Esto dice uno de los gestores:
Del análisis de esas condiciones surgió la necesidad de llevar a cabo una coalición de los partidos “Acción Inmediata” y “Unidad Federativa” los cuales, poniendo a un lado las diferencias de filosofía política colegial, se dispusieron de este a modo a ofrecer un frente solido en defensa de los médicos cubanos y de las organizaciones colegiales. Esta coalición política tuvo  lugar alrededor de octubre de 1959. Una gestión similar acerca del partido médico colegial “Reivindicación Medica’ fracaso con posterioridad”. [6]
Estaba dada una correlación de fuerzas que en apariencia favorecía a la organización colegiada de los médicos cubanos frente a los oscuros propósitos del Partido Médico de la Revolución que se afincaba en el apoyo de la dictadura, el autoritarismo y la represión. Recordemos que frente al Castro comunismo, usted puede disponer de los argumentos más sólidos, los principios más sustentables y los votos…, pero si tiene usted que enfrentar el poder, las armas, la policía política y una represión creciente, de nada sirven los votos. Desde la instauración del proceso revolucionario cubano en el año 1959, los opositores que eran señalados como  batistianos y/o contrarrevolucionarios eran juzgados en Tribunales Populares, condenados, y frecuentemente fusilados sin miramientos.
Los  integrantes del  Partido Médico de la Revolución desde una posición de fuerza y utilizando todo tipo de argucias trataron de ganar unas elecciones que le permitirían controlar una mayoría de delegados a la Asamblea Médica Nacional a celebrase en diciembre de 1959 en Santiago de Cuba; allí serian electos el Presidente  y  la mitad del ejecutivo del Colegio Médico Nacional.
A  pesar de que el Colegio Médico Nacional fue debilitado porque no había logrado incorporar a la coalición al grupo “Reivindicación Médica” y enfrentaban a una  coalición pro castrista arrogante  y perversa; éstos no lograron imponerse.
Debo aclarar en este punto que este grupo denominado “Reivindicación Médica” no estoy seguro de que representaba una buena parte de los médicos cubanos que, dentro del Colegio Médico, se agruparon en el año 1954 como “Renovación Médica” bajo el liderazgo del doctor Arturo Aballí , hijo; aunque bajo la tutela ideológica del doctor Gustavo Aldereguía, conocido comunista redomado.
Los miembros de la claque  procastrista se atrevieron a sacar de prisión a un médico batistiano acusado y condenado para que votara. Extorsionaron al doctor Álvarez Torvo quien, en un giro dramático, renuncia y califica públicamente de contrarrevolucionarios a los miembros del ejecutivo del Colegio Médico. Había sido citado al campamento militar de Columbia donde los doctores Fernández Adán y Machado Ventura lo amenazaron con ser destituido y encarcelado por contrarrevolucionario, fue entonces que firmó un documento que más tarde fue entregado a la prensa.
Las elecciones más importantes serían las del Colegio Médico de La Habana que representaba más de la mitad de los miembros colegiados. Incluyo aquí los datos de estas votaciones por considerar de mayor  interés  en lo que sería el desarrollo de la Asamblea Médica Nacional que se celebraría días después. Los datos aparecen en el libro citado:
El número de electores alcanzó la cifra de 2 223 votantes. Los partidos coaligados “Acción Inmediata” y Unidad federativa obtuvieron 1 135 candidaturas completas; el Partido Médico de la Revolución, 836 y el Partido “Reivindicación Médica”  logro 96. Como el resultado de esas elecciones fue elegido el presidente del Colegio Médico de la Habana el doctor Fidel Aguirre Medrano, vicepresidente el doctor Bernabé Ordaz y tesorero el doctor Jorge Beato Núñez.
En relación a los delegados electos para la Asamblea Nacional  que se llevaría a efecto en Santiago de Cuba en la fecha próxima del 20 de diciembre, y que decidirían en esa Asamblea buena parte de liderazgo de la organización gremial  la distribución del número de delgados quedo así: Partido “Acción Inmediata”: 95 delegados, “Partido Medico de la Revolución”: 92 delegados, Partido “Unidad Federativa”: 29 delegados y Partido “Reivindicación Medica”: 10 delegados. Como los partidos “Acción  Inmediata” y “Unión Federativa” fueron coaligados a los comicios, suman entre ambos 124 delegados teniendo por tanto la mayoría. [7]
En una opinión del Dr. Amado Ledo quien era miembro del comité ejecutivo del Colegio Médico Nacional de Cuba señalaba, en relación a esta etapa, lo siguiente:
…. La falta de determinación política frente a tan grave situación de los destacados presidentes de fraternidades médicas, quienes habiendo sido convocados para requerir de ellos toda una ayuda en defensa de las instituciones colegiales en tan crítica situación, se excusaron de hacerlo porque: “a esto le han dado una lechada roja y ya no se puede hacer nada”. [8]
Observemos que tan temprano como en el año 1959, en una  prestigiosa organización profesional como lo era el Colegio Médico Nacional de Cuba y contando con circunstancias  favorables al  tener una mayoría de médicos colegiados, que no se inclinaba ante la enaltecida dictadura  Castro comunista;  ya el desaliento minaba el ánimo provocando ese efecto devastador en las conciencias cuando un régimen totalitario toma por asalto al individuo y la sociedad.
La apreciación de que el comunismo (la lechada roja) había llegado y que ya no se podía hacer nada, establece el mecanismo que se ha dado en llamar: “de indefensión aprendida o no se puede hacer nada[9] . Solo que en el caso que nos ocupa no fue producto de una exposición continua y prolongada a las políticas de un sistema totalitario. Era muy prematuro y apenas estaba la sociedad superando el primer año de dictadura como para que el desánimo y la aceptación se produjeran.
No había asumido el liderazgo de la nación un gobierno con todos,  porque su intención era y fue la instauración de un régimen totalitario de corte estalinista. Estableciéndose la dictadura, los teóricos de esta consideraron que el proceso revolucionario cubano  se enmarcaba en su evolución, en dos periodos fundamentales[10]. El primero, un periodo democrático (¡?) , popular, agrario y antiimperialista; que fue en  el tiempo que nos ocupa estos eventos que hoy tratamos  : desde enero de 1959 hasta octubre del 1960 . Después vendría un segundo periodo de construcción del Socialismo, donde aún estamos. Lo primero que se hizo de inmediato  y así aseguran fue: iniciar la destrucción del aparato estatal y social burgués. Toda la estructura de la sociedad civil cubana fue  objetivo del totalitarismo que se establecía y que no era sujeto a cambio alguno, como bien sabemos, después de casi seis décadas.
El más perfecto estado de indefensión es aquél que conlleva la renuncia al intento mismo del cambio; temprano, tal vez demasiado, un sector de la sociedad cubana como eran los médicos, entendieron que aquello se pintaba de rojo… y que nada podía hacerse.
Faltaba lo mejor, en realidad lo peor; los eventos que sobrevendrían días después en la Asamblea Médica Nacional de  diciembre del 1959.
©2018







[1] González, E. A. (2018, February 12). El Partido Médico de la Revolución. Retrieved March 6, 2018, from http://medicinacubana.blogspot.com/2018/02/el-partido-medico-de-la-revolucion.html
[2] Amado Ledo, E. (1974). El Colegio Médico Nacional de Cuba y la Revolución Castro Comunista (I ed.). Caracas, Venezuela: Hildo Folgar.
[3] Ibíd., p. 43-50
[4] Ibíd., p. 59
[5] Infomed. (1996). Retrieved from Biblioteca Virtual de Salud, Cuba: http://bvs.sld.cu/revistas/his/vol_1_96/his12196.htm
[6] Amado-Ledo, E, Op.cit., p.62
[7] Amado-Ledo, E, Op. cit., p. 65-66
[8] Ibid,p.67
[9] (Material de trabajo que sirvió para un encuentro de presbíteros de las diócesis de Santiago de Cuba, Holguín, Bayamo-Manzanillo y Guantánamo, 1999). Cuba su pueblo y su Iglesia de cara al tercer milenio. http://www.cubanet.org/htdocs/ref/dis/092799.htm
[10] (Ruiz Hernandez, 2008)

domingo, marzo 18, 2018

Calificada como represora la doctora Yalina González Fernández del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología en Cuba.



La doctora González Fernández ha sido inmoralmente sumisa a la cadena de represión administrativa siguiendo las instrucciones del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE).
Represora de cuello blanco: Yalina González Fernández
El bioquímico e investigador científico Oscar Casanella fue durante años víctima de acoso y amenazas tanto en la calle como en su centro laboral (Instituto de Oncología, La Habana), por la única razón de negarse a romper relaciones de mantener amistad de su infancia con personas críticas del gobierno cubano.

Foto: La Dra. Yalina González Fernández
en su lugar de trabajo en el Instituto 
Nacional de Oncología y Radiobiología en La Habana, Cuba

Después de un largo proceso, fue expulsado por ese motivo de su centro de trabajo el 7 de junio de 2016. Durante el proceso de reclamaciones que llevó a cabo, apeló primero al Órgano de Justicia Laboral, presidido por la doctora Yalina González Fernández, instancia que cometió sin el menor escrúpulo y con plena conciencia numerosas violaciones del  procedimiento establecido (incluso falsificó el acta de la “Comparecencia pública”), con el fin de evitar la defensa debida del acusado y lograr a toda costa su sanción violando la legalidad establecida. La actitud de la doctora Yalina González ha sido inmoralmente sumisa a la cadena de represión administrativa que ejecuta las instrucciones represivas emanadas de la Seguridad del Estado. Eso la define como una “Represora de Cuello Blanco”.

miércoles, marzo 14, 2018

Niño cubano con Síndrome de Momo ocultado por el régimen.

El síndrome MOMO es un síndrome genético muy raro de sobre crecimiento/obesidad (ver este término) caracterizado por macrocefalia, obesidad, retraso mental (intelectual) y anomalías oculares. Otros signos clínicos frecuentes incluyen macrosomia, fisuras palpebrales oblicuas hacía abajo, hipertelorismo, raíz nasal ancha, frente amplia y retraso de la maduración ósea, en asociación con función tiroidea y cariotipo normales.
El año pasado el Blog de Medicina Cuban dio a conocer el caso de una niña
cubana con diagnóstico de una enfermedad rara a la que, gestiones mediadas, se aceptó para atención en un centro hospitalario en Europa pero todo indica que las autoridades cubanas no cooperaron en esto. http://medicinacubana.blogspot.com/2017/09/una-nina-cubana-con-diagnostico-de.html